La catedral nueva
Les describimos, junto a la de Coria, la mejor catedral de Extremadura
07.05.2017 - Julia Fuentes Garrido
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La catedral nueva de Plasencia se inicia en el año 1498 y se continúa durante todo el siglo XVI. Es un bonito ejemplo del Renacimiento español.
Los arquitectos se sucedieron en la obra debido al fallecimiento de algunos a lo largo del siglo y a las necesidades económicas que paralizaban el ritmo de la obra.
Enrique Egas fue su primer arquitecto, planificó la planta, pero al ir derribándose la catedral vieja al tiempo que se construía la nueva, nunca terminó su obra. Le sucede en 1513, Francisco de Colonia.
Alrededor de 1520 se encarga Juan de Álava, a quien se atribuyen la cabecera y del crucero. A su muerte, tomaría el relevo durante tan solo un año Alonso de Covarrubias hasta que, en 1538, quien hallamos al mando es Diego de Siloé. En 1544 aparece citado como Maestro Mayor de la catedral de Plasencia Rodrigo Gil de Hontañón, quién será el encargado de rematar el proyecto además de plantear, entre otras cosas, la magnífica fachada norte.
El traslado del Santísimo desde la catedral vieja a la nueva está documentado en el año 1558, sin embargo, consta que los trabajos en ella continuaron hasta 1578, fecha en que quedan paralizadas las obras. Muy posteriormente, ya en el siglo XVIII, se rematarían los trabajos hasta quedar en su configuración actual.
En el interior, observamos tres naves paralelas; las laterales se comunican con la catedral románica.
Las tres naves tienen la misma altura y se cubren con bóvedas mediante finas nervaduras que parten de finos haces de columnas y que dibujan bellísimos entramados geométricos y, antes de llegar a lo alto de la bóveda, al finalizar las columnas, parecen hojas de palmera.
Igualmente interesante es la puerta de la sacristía, habilitada en el costado de la epístola y configurada a base de pilastras, frisos y hornacinas profusamente decoradas.
El retablo mayor es de Gregorio Fernández (siglo XVII), con pinturas de Francisco de Ricci. Es tal la belleza del retablo que merece una noticia para él solo. Lo preside la imagen medieval de nuestra Señora del Sagrario.
La sillería del coro es una de las mejor conservadas de España. Su autor es Rodrigo Alemán. Está hecha en madera de nogal entre la segunda mitad del siglo XV y los primeros años del XVI.
La reja del coro es de que precede al coro es, sin embargo, una obra más tardía atribuible a Juan Bautista Celma.
En el exterior, la puerta norte es de estilo plateresco y fue diseñada por Gil de Hontañón en el año 1558. Se trata de una fachada retablo de cuatro cuerpos de altura y tres calles verticales, coincidiendo la calle central con la puerta de entrada, dos hornacinas y el ventanal, los tres con arco de medio punto. En las calles laterales aparecen pilastras y hornacinas rematadas en el cuerpo alto por sendos frontones clasicistas. La decoración la forman entramados vegetales en los frisos, la balaustrada, los medallones, candelieri y hornacinas aveneradas destinadas a acoger esculturas.
La portada sur también es llamada Puerta del enlosado porque está en un espacio con losas. Es obra de Diego de Siloé (1438-1548) y tiene diseño de dos cuerpos. En el inferior se abre el vano de medio punto abocinado entre parejas de columnas jónicas. Separado por un friso con medallones, el segundo cuerpo queda definido por columnillas abalaustradas que perfilan una doble ventana ciega con hornacina cuadrangular sobre la que se distinguen los escudos de Carlos V y del Obispo Gutierre de Vargas.