Desbordamiento del río Ebro.

La situación del Ebro recuerda a la de 2015.

Tras inundar miles de hectáreas y causar daños en infraestructuras, mobiliario público y carreteras en los pueblos situados río arriba, la punta de la crecida del Ebro llega a Zaragoza, con una altura de seis metros y un caudal de 2.300 metros cúbicos.

Los daños que el río está ocasionando se estiman sobre unos doscientos millones en pérdidas. Entre estos daños nos encontramos con la perdida de Manuel Lázaro Diloy, el pastor que fué arrastrado por la corriente cuando intentaba salvar su ganado.

Para evitar más catastrofes como esta se han movilizado los cuerpos de Policía Local, Bomberos, Protección Civil, Servicios Públicos, Infraestructuras y Servicios Sociales, que ya se han visto obligados a evacuar los barrios rurales de Movera y Peñaflor, además de la residencia de ancianos de Monzalbarba, en Pina de Ebro de la cual fueron evacuadas 33 personas.