Una investigación publicada en el último número de Nature muestra pistas clave de lo que pasa en el cerebro en ese proceso. Según sus datos, con el juego se potencian las redes neuronales en la ínsula.
No es la primera vez que una investigación muestra la utilidad de los videojuegos para la recuperación de funciones perdidas. En realidad, su uso ya es muy habitual en las unidades de rehabilitación.
En un primer momento, en las consultas comenzaron a utilizarse juegos comerciales para la rehabilitación de pacientes que habían sufrido un ictus o tenían un daño cerebral adquirido tras un accidente.
El estudio demostró que las conexiones entre las áreas relacionadas con la atención y las sensitivo-motoras eran mucho más ricas entre los jugadores experimentados, que además, también presentaban más materia gris en esta área del cerebro.
"Cada vez conocemos más la fisiopatología de la recuperación del cerebro, lo que unido al gran desarrollo de la tecnología, conseguirá grandes logros en un futuro cercano, en los próximos 15 o 20 años", concluye.