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Los gladiadores de la información

EMÉRITA AUGUSTA

Mérida

REDACCIÓN: Marco González Fuentes, Touqeer Mudassar, Saulo Muriel Carmona, María Leonor Fernández Tello, María Luisa Vadillo Encinas, Daniel Domínguez Herrera

El coronavirus destruye medio millón de empleos en Italia.

El coronavirus destruye medio millón de empleos en Italia.

El año que viene sólo se recuperará la mitad de los puestos de trabajo perdidos y no se volverá hasta los niveles previos a la pandemia hasta 2023

27.05.2020 - Saulo

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Luca lleva con su restaurante, situado en el barrio romano de Testaccio, cerrado desde finales de marzo. «Es un local pequeño y no tenemos claro que nos salga a cuenta abrirlo por la caída del consumo y la distancia de seguridad entre las mesas. Quien sale a cenar fuera quiere tener un momento de relajación y olvidarse de la cotidianeidad. Si el camarero está con mascarilla y hay mamparas de metacrilato por todos lados, es difícil que te olvides del coronavirus. Para eso casi mejor te quedas en casa», cuenta resignado este hostelero, que esperará a ver cómo evoluciona la pandemia y el consumo antes de decidirse a reabrir el local en junio. «Si lo hago estaremos el cocinero y yo, de momento no creo que recupere a los camareros que tenía contratados».

Esos empleos son parte de los alrededor de 500.000 puestos de trabajo que Italia perderá este año debido a la recesión económica provocada por el coronavirus. La previsión es de Mimmo Parisi, presidente de la Agencia Nacional de Políticas Activas de Empleo, que calculó que el país recuperará el año que viene sólo unos 250.000 de esos empleos. En una intervención ante la Comisión de Trabajo del Senado, Parisi calculó que hasta 2023 Italia no volverá a los 23,4 millones de trabajadores con que contaba antes de la crisis provocada por la pandemia. Este año se prevé que el PIB nacional caiga alrededor del 9%, según algunas previsiones, mientras que la tasa de paro subirá más de tres puntos respecto a la cifra previa a la aparición de la Covid-19 para alcanzar así el 11,6%.

La recesión golpea de forma particular a sectores como la hostelería y el turismo. Los datos publicados este miércoles por el Istat, el instituto oficial de estadística, registran un desplome del 25% en la actividad de hoteles y restaurantes durante el primer trimestre de este año respecto al mismo período de 2019. Aunque a estos locales se les ha permitido ya retomar la actividad, muchos han optado por no subir todavía la persiana por miedo a no cubrir los gastos, como le ocurre a Luca con su restaurante. La recesión amenaza así con alargarse más allá del fin del confinamiento.

«La pandemia no ha desplegado completamente sus efectos desde el punto de vista socio-económico. Deberemos esperar todavía algún tiempo para que los indicadores estadísticos muestren con claridad cómo están cambiando las condiciones de la población», advirtió Cristina Freguja, responsable de las estadísticas sociales y del estado de bienestar del Istat. En una entrevista con la Rai, adelantó que los datos del desempleo de abril, que se conocerán en breve, serán muy negativos.

«Para algunos sectores de la sociedad, entre ellos los más vulnerables, los efectos del cerrojazo y las dificultades para reanundar la actividad económica pueden pesar más que en otros y empeorar su situación», señaló la experta, reconociendo además que pueden verse arrastrados a la pobreza incluso quienes se encontraban en una buena situación antes de que comenzara la pandemia. Es lo que le ocurre a los trabajadores a tiempo parcial, a algunos autónomos y a quienes se ganaban la vida en la economía informal.Entre estos sectores afectados se encuentran los empleados de los comedores de las escuelas, cerradas desde principios de marzo. Varios cientos de ellos se manifestaron ayer frente a la sede del Ayuntamiento de Roma denunciando que no reciben ningún tipo de ingreso. «Si no morimos de coronavirus lo haremos de hambre», se quejaba una de las trabajadoras, que dependen de las empresas a las que el municipio contrata la gestión de los comedores. Estos empleados advierten que no aguantarán sin recibir alguna ayuda hasta la esperada reapertura de los colegios en septiembre.